Desglozando Las #Reflexionesdelvuelodelamosca #9

#reflexionesdelvuelodelamosca

Época de fiestas decembrinas 

Hay mucho positivo y negativo que hablar de esta época decembrina. Empezando por las compras navideñas en las que todo mundo compra y se gasta hasta lo que no tiene en personas que muchas veces no lo necesitan o quieren un regalo. Cuántas veces has gastado dinero que tenías contemplado para otras cosas como la renta, un pago de tu tarjeta, un arreglo de tu coche, una mejora de tu casa; y todo se te va en comprar los regalos para quedar bien en una fecha. Terminas con el remordimiento y el sentimiento de culpa. Muchas veces terminas diciendo: "yo si regale y me gasté X cantidad y todo para recibir esto otro de muchísimo menor valor, mejor hubiera gastado menos"

Otra de las cosas que traen estas fechas son las reuniones con los familiares, en donde hay cosas buenas y malas. Las sonrisas, los abrazos, los buenos deseos sinceros y también los hipócritas; si, a muchos no les gusta decirlo, pero por supuesto que lo piensas... Que porque fue la persona que te cae mal, con la cual te peleaste y hay que ser "cortésmente hipócrita" para no tener un enfrentamiento más, que no quede en ti... Que si invitaron a personas extras y no alcanza la comida, que si van varios que no te caen bien y tienes que aguantarte, que si vez que en la familia abusan de tu familiar sus hijos y no puedes decir nada porque sabes que a pesar de que te da coraje y quisieras cambiarles su mundo, no puedes porque al final de cuentas, tu familiar seguirá apapachando a ese hijo(a) suyo que a sus casi 50años sigue manteniendo...

Y así un sin fin de circunstancias malas se pueden citar. Pocas son las familias en donde realmente se ve el verdadero sentido de la época. Pocas casas en las que se hace la verdadera tradición de asistir a misa con buen gesto y sin estar pendiente del mundo que te rodea y estar enfocado en el contenido de la misa, arrullar al niño y darle gracias por permitirme estar ahí festejando su nacimiento rodeado de tus seres queridos. Pocas casas en las que el verdadero sentido de la Navidad se enfoca en festejar al festejado y no dejarlo de lado. Invitarlo a la mesa a compartir el pan y la sal y agradecerle por todo lo que te ha dado en el año. Pedirle que te siga socorriendo en lo próximo y no embriagarse con el pretexto más antiguo: "para festejarlo".

Si un dia todos aquellos que leen esto, se propusieran festejar CON EL FESTEJADO sanamente y como el festejado lo desea, este mundo cambiaria muchísimo, aunque sea por solo un día.

Comparto esta reflexión en este día, ya pasado tantos días después, para que reflexionen que les gusto de su pasada Navidad, que no les gustó y que lo cambien. Se hagan el propósito de cambiarlo y que empiecen desde hoy, en este tiempo de Cuaresma para que lo vayan haciendo un hábito, y que llegadas las fechas decembrinas, puedan hacerlo como algo que es parte de sus vidas.

Yo me propongo festejar a quien se debe con el esmero que se debe. Arrullar al niño y afrecerle algo a cambio como regalo de mi parte, porque eso creo lo hará más feliz que el que yo agarre la botella y "brinde a su salud".