Cuando encuentras el amor en tu interior, comprendes que era algo muy distinto de lo que creías y te enseñaron. El amor es libre. No tiene pasado, no tiene futuro, no tiene necesidades, no tiene planes, no tiene proyectos, no necesita seguridad.
Es totalmente desposeído, vagabundo, desestructurado, sin creencias, desapegado. No desea nada, no busca nada, no le importa la vida ni la muerte. El amor no piensa en el futuro, no anticipa, no teme.
Está más allá de este mundo, por lo tanto si encuentras el amor en tu corazón ya no pertenecerás aquí.
¿Y para qué pertenecer? ¿No ves acaso el rumbo que sigue el mundo?
Te digo que es mucho mejor no pertenecer. Pues desde ese estado de desapego, en donde la felicidad que sientes no tiene que ver con tus posesiones ni con tus circunstancias, sino con de un inquebrantable estado interno de gratitud y renuncia, puedes llevar a otras almas a la luz.
Sólo entonces puedes hacerlo. No puedes desde la mente ayudar a otros a salir de la mente.
Debes primero morir tú. Primero renuncia al mundo y siente la auténtica libertad.
Esto la gente normal lo llama enloquecer. ¡¡Y es grandioso que así sea!!. ¡¡Que maravilla ser un loco del amor!!,¡Sin pasado, sin futuro, sin necesidades y sin deseos!! ¡¡Sólo viviendo el momento y sin esperar nada de la vida!!
Entonces yo te pregunto,
¿de veras quieres encontrar el verdadero amor?"
Fernán Makaroff
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