La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Porqué no el corazón?
Proverbio Chino
Siempre he considerado como algo irreal el hecho de que las madres amen a todos sus hijos por igual. Dicen que se han realizado estudios al respecto y algunos de estos afirman que el mito del hijo preferido es una realidad y no una sensación inexistente. No sé si esto esté asociado a las experiencias emocionales previas de la madre o al carácter que va manifestando los hijos al crecer, no lo sé. Sólo lo siento. Lo vivo.
Para mí está muy claro que mi madre tiene predilección por mi hermana Victoria, 2 años menor que yo. Su predilección a veces se vuelve más que obvia, absurda. Mi madre intenta tapar el sol con un dedo y cuando es sorprendida por sus conductas injustas, finge demencia y niega todo. Así de simple.
Virginia fuente se llama mi mamá. Es una mujer que nació hace 60 años y que lleva 40 años de matrimonio con mi padre, Julián Anaya. Ella una mujer de hogar, el un ingeniero civil dedicado a construir condominios para el gobierno. A mí Laura Elena, me tocó ser la primogénita de los Anaya Fuentes. Nacía una noche del 13 de junio de hace 38 años. Estoy casada con Manuel, un empleado contable de la Industria del calzado, y soy madre de una niña de 7 años de nombre Lizeth. No he tenido más hijos, ya no quiero.
Me da miedo querer los más que a la que tengo, me da miedo a repetir Mi historia personal con mis descendientes. El dolor con el que he vivido de saberme apreciada por mi madre menos de lo que aprecia a mi hermana es un dolor permanente. Es un algo encajado en la profundidad de mi conciencia que me aqueja desde hace mucho tiempo.
El favoritismo de mi madre hacia Victoria ha sido tan evidente que no me ha quedado otro camino que la resignación. Nada de lo que yo haga pueda hacerla mirarme con otros ojos, ni hacerme sentir importante. Cualquier error que yo cometa, por mínimo que sea, se convertirá ante sus ojos en una irremediable falta. Si es Victoria la que se equivoca, todo tiene solución, aquí no ha pasado nada. Todo le será perdonado por qué se trata de ella y no de mí.
Desde muy temprana edad empecé a estar consciente de este dolor. Desde muy niña sentí sus diferencias en el trato y las maneras de querernos. Parece que fue ayer cuando la descubrí sentada en la sala con mi hermana de 6 años sobre sus piernas. La besaba la frente y la abrazaba con mucha ternura. Ese día y a mis 8 años de golpe me di cuenta de que hacía mucho tiempo que mi mamá no me abrazaba así. Y de esa manera ni de ninguna otra. Un simple beso antes de salir rumbo a la escuela y nada más. Siempre sus demostraciones de afecto encontraban sujeto en mi hermana. "Es la chiquita", me decía mi padre cuando leía en mi mirada la desilusión. Con esa explicación que tenía que ver con El tamaño me tuve que conformar, yo la Grande y Victoria la chiquita, yo la Grande y Victoria la chiquita por eso eran así las cosas, así de simple.
De ser cierto eso de que la predilección de una madre por un hijo está asociada con su pasado emocional, puedo deducir que tal vez Doña Virginia el afecto el haber sido hija de una madre que tuvo predilección por su hijo varón. La vida pasada de mi madre está plagado de asuntos inconclusos. Estudio hasta quinto de primaria. Porque tan pronto la abuela lucrecia labio crecidita, la sacó de la escuela para que atendiera a Lucio el primogénito, único varón y príncipe del hogar. Entonces, Virginia no terminó la escuela. Después al cumplir los 14, intento inscribirse en una academia de secretariado y apenas llevaba un año dos meses Dando forma a su nueva aspiración, cuando la abuela lucrecia la hizo abandonar el intento diciéndole que ella estaba enferma y la tenía que ayudar a cuidar a su hermana menor Flavia. Entonces Virginia no terminó el secretariado. Si no se trataba de estar pendiente de las necesidades de su hermano mayor, se trataba de estar al cuidado de su hermana menor o atendiendo las enfermedades de la abuela. Lo propio siempre inconcluso y siempre para luego. Tan pronto crecieron mi madre y su hermana la Consigna fue: "todas las mujeres de esta casa estamos para servir a su hermano". Para ese entonces el tío Lucio había terminado los estudios de contaduría y trabajaba en una fábrica de refrigeradores. Era listo y llegó a ser promovido como gerente en pocos años. El abuelo Bernabé, más viejo cada día, optó por jubilarse del banco en donde laboró durante décadas y se quedó en casa sentado frente al televisor hasta su muerte. Mis recuerdos de infancia en la casa del abuela lucrecia se limitan a cenar dominicales en donde todos sentados alrededor de la mesa esperábamos con parsimonia a que el tío Lucio estuviera presente para poder comenzar a probar bocado alguno.
Mi mamá conoce a mi padre un domingo al salir de misa, mi padre tuvo que conquistar primero a mi tío Lucio para que le diera su consentimiento y poder acercarse a la muchacha. Tuvieron un noviazgo de 3 años y después de todos los rituales obligado se casaron y hasta el día de hoy siguen juntos. El abuelo Bernabé y la abuela lucrecia ya están muertos, se fue uno atrás del otro hace más de 14 años. El abuelo en enero y la abuela en diciembre del mismo año. El tío Lucio está en su segundo matrimonio y vive en Veracruz. Su primera mujer jamás fue del agrado del abuela y terminaron separándose, diciendo los chismosos de la familia Que gracias a los artilugios del abuela lucrecia se desbarató esa Unión. Años después el tío Lucio se encontró una mujer costeña más relajada, y con mi abuela en la tumba, puedo intentar una nueva historia de pareja y parece haber encontrado la estabilidad
Mi tía Flavia se quedó soltera, se enfermó de una de esas gripas raras que tienen que ver con los pollos y se murió hace dos años.
Mi madre lleva a cuestas esta historia y sus 40 años de matrimonio con el que ella insiste que ha sido el amor de su vida: mi padre. Nunca he sabido si tuvo otros pretendientes su amor es porque de su vida privada y pasada no le gusta hablar. Se ha consagrado a su hombre y a sus hijas, Aunque queriendo menos a su hombre que a sus hijas y a una más que la otra. Es evidente Que para ella es más importante ser madre que esposa, y como madre tiene su hija preferida y que Esa no soy yo.
He sido una hija obediente, sobresaliente en los estudios, respetuosa con mis mayores y responsable de mis tareas. Me esforzado por aprender desde muy temprana edad todo lo que se pueda ser Útil para la vida. Desde saber planchar, lavar la ropa a mano, y cocinar arroz con leche, hasta a manejar automóvil estándar y automáticos y algo de carpintería. Una parte de mí es soñadora, Audaz y temeraria, y la otra disciplinada, conservadora y prudente. La primera me ha ayudado a lanzarme en paracaídas, viajar a tierras lejanas y a vivir sola en otras ciudades. La segunda me ha permitido estudiar dos carreras, tener un trabajo estable y productivo, ahorrar lo suficiente para comprarme mis cosas y formar una familia. Me esforzado por ser la mejor versión de mí misma con la intención oculta de lograr que mi madre me quiera tanto como mi hermana Victoria. No lo he conseguido.
Lo más doloroso es cuando he ido a comprarle a mi madre regalos. Joyas, ropa, libros, para después enterarme que se los ha regalado a Victoria. Eso me duele mucho. Siento que mis regalos no tienen valor para ella y que todo lo que yo tengo, desea que no tenga mi hermana. Parece que a mi madre le agradaría más que fuera mi hermana y no yo la que tiene, la que hace, la que logra. Porque mi hermana Victoria no es como yo.
Victoria se fugó con un chofer de transporte pesado Que conoció una noche en que asistió a la lucha libre con dos amigas. Se fugó porque no contaba con el consentimiento de mis padres para casarse. Después nos enteramos que se había casado por la ley civil en una oficina de otro pueblo. Durante 3 años manda cartas a mis padres diciéndoles que no se preocuparan por ella, que estaba bien,. Se divorció hace 8 años y se regresó a vivir con mis padres y ahí está en casa con ellos. Tiene un novio viudo que una amiga de mi mamá le presentó hace un año, con el que sale cada noche a dar un paseo. Durante el día ayuda a mi madre en las labores de la casa. Victoria se puede equivocar, puede ser egoísta y no decir gracias. No pasa nada. Victoria tiene el privilegio del amor incondicional de mi madre haga lo que haga, sea como sea. Todo le es perdonado.
-señora Virginia, qué bien le ha ido a Laura Elena, Me la saludas mucho-dijo una vecina de mi madre hace mucho.
-Pues sí está muy bien, pero casi no la veo, la que me cuida y acompaña llave que es mi Victoria, no sé qué haría sin ella, viera que un pretendiente trae - respondio mi mamá.
La escuché detrás de la puerta y escondí en mi respiración el llanto que estaba por brotar de mis ojos. Me dolió, me duele y me seguirá doliendo.
Sin embargo estoy aprendiendo a vivir así. Tratando de ignorar los mensajes de mi madre que me lastima. Haciendo como que no los escuchó, pensando en que lo dijo sin querer. Cuando en alguna ocasión le pregunté porque quería más a Victoria que a mí, Su respuesta fue la esperada: "no es verdad, Las amo por igual, son ideas tuyas". Y cómo son ideas mías, me hago responsable y buscó ayuda, Leo libros al respecto esperando respuestas, acudo a terapia buscando explicaciones, me acurruco en los brazos de mi esposo y abrazó con desbordante amor a mi hija. Tal vez mi madre me ha visto tan fuerte y decidida desde siempre, que se ha convencido de que no la necesito para mucho. Quizás siente que mi hermana es más frágil y la necesita más que yo.
Dicen que para perdonar no se deben de tomar tan en serio las limitaciones del otro, los agravios del otro, restar las importancia. Eso intento y a veces lo consigo, sobre todo cuando imagino a mi madre del niño dejando inconcluso sus sueños por realizar los sueños de los demás. cuando la visualizo como esa joven esclava de las tradiciones y de los mandatos de los abuelos. Cuando la pienso niña y le doy permiso de ser caprichosa y de amarme como le venga en gana.
Cuando Mamá Lastima - Rayo Guzman, Ed. Milestone
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