Me gusta el relato del endemoniado de Gerasa. En él veo una manera de ser feliz gracias al encuentro con el Maestro y lo que Él hace en la vida de quienes lo buscan. Cuando la gente vuelve al lugar en el que se ha dado el encuentro entre Jesús y el endemoniado de Gerasa, se topa con que éste último tiene una actitud totalmente nueva. Ya no es el que se hería, gritaba fuera de control, caminaba desnudo entre las tumbas, sino que está sentado, vestido y en sano juicio (Marcos 5,1-20).
El encuentro con Jesús le ha cambiado la vida. El que antes estaba descontrolado y no sabía cómo manejar sus emociones, ahora tiene la actitud de quien gobierna todas sus emociones y las alinea en función de su proyecto de vida.
Todos necesitamos ese encuentro personal con Jesús de Nazaret, para que en Él encontremos esa serenidad, dominio de sí, control de emociones y todo lo que requerimos para realizar efectivamente nuestra vida.
No se puede ser creyente y estar descontrolados emocionalmente. Jesús nos llena de paz y le da sentido a todas nuestras acciones, por ello podemos equilibrarnos y fabricar con inteligencia y fortaleza un buen proyecto de vida.
Te invito a que en tu oración personal hagas conciencia de cómo estás manejando tus emociones, revises las consecuencias que esas alteraciones están ocasionándote y ocasionándoles a los demás.
Si eres consciente de todo el daño que haces, podrás dejar que Jesús te llene de su paz y le dé sentido a lo que haces y vives. Siendo dueño de ti mismo podrás ser feliz.
TAREA DEL DÍA
¿Controlas tus emociones? ¿Eres consciente del daño que causan tus alteraciones emocionales?
¿Controlas tus emociones? ¿Eres consciente del daño que causan tus alteraciones emocionales?
P. Alberto Linero
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