En el transcurso de mi ministerio he escuchado a muchos cuando dicen que sienten que Dios no los escucha.
Sienten que su voz está siendo lanzada al vacío, que Dios permanece indiferente frente a cada una de las intenciones y necesidades.
Esto es normal, yo también lo he sentido. Solemos sentir que Dios se va, que estamos solos, sólo porque esperamos que nuestra oración tengo un efecto instantáneo o mágico.
Mucha gente cree que el resultado de la oración debe ser todo aquello que le han pedido a Dios, y no, ese no es el papel de la oración en nuestra vida.
Conozco mucha gente que se pasó los años orando por conseguir un trabajo, pero nunca metieron una hoja de vida; o gente que oraba por su matrimonio, y no hacía el esfuerzo de cambiar ellos primero.
Esto me hace creer que ese pensamiento de sentir que Dios no nos escucha tiene que ver, a veces, más bien con el hecho de que nosotros esperamos respuestas que Dios nunca nos va a dar, o soluciones mágicas a los problemas que a Dios no le corresponde solucionar.
Tienes que entender que Dios te necesita afuera luchando, buscando posibilidades para salir adelante, y no ahí estancado en una oración superficial que lo único que espera es magia, que lo único que espera es que las cosas caigan del cielo.
Piden y piden, pero no dan ¿Que significa? No dan sus capacidades.
Levántate, lucha y sigue saliendo adelante. Dios está contigo Él te da fuerza y te acompaña.
TAREA DEL DÍA:
Sal a luchar por aquello que quieres.
P. Alberto José Linero
No hay comentarios.:
Publicar un comentario