sábado, 24 de noviembre de 2018

Reflexiones Sobre La No Violencia - Gandhi (4)


Energías benéficas y maléficas


Conozco el sendero. Es estrecho y sin rodeos, como el filo de una espada. Me lleno de gozo cada vez que avanzo por él y me agobio cuando doy un paso en falso. Según la palabra de Dios, "quien lucha sin descanso tendrá la vida eterna". Tengo fe implícita en esta promesa. Es verdad que he caído mil veces por culpa de mi debilidad, pero sigo manteniendo la esperanza de ver la luz, el día en que la carne quede perfectamente rendida.

De un mal nace, muchas veces, un bien. Pero esto depende de Dios, no del hombre. El hombre tiene que saber sencillamente que el mal viene del mal. Lo mismo que el bien, por su parte, se explica por el bien. La lección que hay que sacar de esta tragedia de la bomba atómica es que no nos libraremos de su amenaza fabricando otras bombas todavía más destructoras, puesto que la violencia no es capaz de hacer desaparecer la violencia. La humanidad no puede librarse de la violencia más que por medio de la no violencia. Sólo el amor es capaz de vencer al odio. Responder al odio con el odio equivale a agravar más todavía sus efectos.



El mal viene del mal

El no violento tiene que disponerse a los sacrificios más exigentes, para superar el miedo. No se pregunta si va a perder su casa, su fortuna o su vida. Hasta que no supere toda aprensión, no podrá practicar la ahimsa en toda su perfección. El único temor que conserva es el de Dios. El que busca refugio en Dios no tarda en vislumbrar el Atman (alma o ser trascendental) que trasciende el cuerpo. Y es entonces cuando no hay nada que nos ate al cuerpo. Por consiguiente, según se entrene uno en la violencia o en la no violencia, tendrá que apelar a técnicas diametralmente opuestas. La violencia es necesaria para proteger los bienes temporales. La no violencia es indispensable para asegurar la protección de nuestro honor y del Atman.

Este sorprendente siglo

En este siglo lleno de sorprendentes inventos, nadie puede decir que una cosa o una idea carezca de valor por el hecho de ser nueva. Afirmar que una empresa es imposible, por ser difícil, sería obrar en contra del espíritu de nuestra época. Todos los días vemos realizarse cosas que no podían imaginarse el día anterior. Lo imposible no cesa de ceder terreno a lo imposible. En el campo de la violencia, los más recientes descubrimientos son especialmente asombrosos. Pero estoy seguro de que todavía se harán descubrimientos más maravillosos en el terreno de la no violencia.

Es tan estrecho el vínculo entre el cuerpo y el espíritu que, cuando uno de los dos pierde el equilibrio, todo el sistema sufre las consecuencias. Por consiguiente, para estar sano en el verdadero sentido de la palabra, hay que ser muy puro. Los malos pensamientos y las pasiones desordenadas no son más que formas diversas de enfermedad.

Por ejemplo, no es que yo sea incapaz de encolerizarme, pero casi siempre he logrado dominarme. Puedo dejarme sorprender, pero siempre procuro de forma consciente y deliberada seguir siendo fiel continuamente a las exigencias de esos combates interiores. Cuanto más me esfuerzo en ello, más gozo tengo de vivir. Es la prueba de que esa ley está en conformidad con el plan del universo. Encuentro allí una paz y un sentido de los misterios de la naturaleza, que desafían toda descripción

El gozo de vivir

Si soy un verdadero maestro de la ahimsa, estoy seguro de que pronto dejarás a tu maestro. Si eso no sucede, sólo significará que soy un maestro incompetente. Pero si mi enseñanza fructifica, habrá maestros de la ahimsa en cada hogar.

En la no violencia pueden existir vetas de violencia. El esfuerzo constante del devoto, hacia la no violencia, consiste en purgarse del odio por el así llamado "enemigo". Eso de disparar un arma por amor, no existe.

Para un creyente en la ahimsa resulta permisible y hasta constituye, un deber, distinguir entre el agresor y el defensor. Habiéndolo hecho así, se alineará con el defensor, de un modo no violento, o sea, dará su vida para salvarlo.

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