viernes, 25 de enero de 2019

44 Preguntas Acerca de "Alcohólicos Anónimos" (Parte 4)

¿Qué es Alcohólicos Anónimos?

Hay dos maneras prácticas de describir A.A. La primera es la descripción conocida de su meta y de sus propósitos, que aparece en una de las páginas anteriores:
"Alcohólicos Anónimos es una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo. El único requisito para ser miembro de A.A., es el deseo de dejar la bebida. Para ser miembro de A.A. no se pagan honorarios ni cuotas; nos mantenemos con nuestras propias contribuciones. A.A. no está afiliada a ninguna secta religiosa, partido político, organización o institución alguna; no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa. Nuestro objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros alcohólicos a alcanzar el estado de sobriedad.‟‟

El "problema común" es el alcoholismo. Los hombres y mujeres que se consideran miembros de A.A. son, y seguirán siendo siempre, alcohólicos. Llegaron finalmente a la conclusión de que ya no les era posible controlar de ningún modo el alcohol; ahora se abstienen de él por completo. Lo importante es que no tratan de luchar contra el problema por sí solos. Discuten su problema abiertamente con los otros alcohólicos. El hecho de compartir su "experiencia, fortaleza y esperanza" parece ser el elemento básico que les permite vivir sin el alcohol, y en la mayoría de los casos, sin siquiera sentir deseos de beber.

La segunda manera de describir a Alcohólicos Anónimos es esbozar la estructura de la Sociedad. Numéricamente, A.A. consta de más de 2,000,000 de hombres y mujeres en 150 países. Estos hombres y mujeres se reúnen en grupos locales que varían en tamaño desde un puñado de ex bebedores en algunas localidades hasta varios centenares en los centros populosos.

En las áreas metropolitanas puede haber veintenas de grupos vecinos, que se reúnen para tener sus reuniones independientemente de otros. Muchas de esas reuniones de A.A. son públicas; algunos grupos tienen también sus "reuniones cerradas" en las que se incita a los miembros a que discurran sobre problemas que tal vez no serían apreciados en su totalidad por los no alcohólicos.

El grupo local, con sus reuniones locales que permite que los alcohólicos y sus familias se reúnan en un ambiente de amistad y mutua ayuda, es el núcleo de la sociedad de A.A. Actualmente hay diseminados en todo el mundo más de 105,000 grupos incluyendo algunos en hospitales, prisiones y otras instituciones.


¿Cómo comenzó A.A.?

Alcohólicos Anónimos tuvo su comienzo en Akron, en 1935, cuando un hombre de negocios de Nueva York, que había logrado permanecer sobrio por primera vez en varios años buscó a otro alcohólico. Durante los pocos meses de su recientemente adquirida sobriedad, el neoyorquino había observado que sus deseos de beber disminuían cuando trataba de ayudar a otros "borrachos" a intentar permanecer sobrios. En Akron, le dieron la dirección de un médico de la localidad, que tenía problemas con la bebida. Trabajando juntos, el hombre de negocios y el médico descubrieron que su capacidad de permanecer sobrios parecía estar muy relacionada con la cantidad de ayuda y estímulo que pudieran darles a los demás alcohólicos.

Durante los primeros cuatro años, la nueva asociación se desarrolló lentamente, carecía de nombre, de organización y de material impreso que la describiera. Se establecieron grupos en Akron, Nueva York, Cleveland y algunos otros lugares.

En 1939, con la publicación del libro Alcohólicos Anónimos, del cual la asociación derivó su nombre, y con la ayuda de amigos no alcohólicos, la Sociedad comenzó a llamar la atención tanto en este país como en el extranjero.

Con el tiempo, se abrió en Nueva York una oficina de servicio que se encargó de atender a los millares de cartas que llegan cada año solicitando información y literatura.


¿Existen reglamentos en A.A.?

La ausencia de reglamentos y disposiciones de carácter obligatorio es una de las cualidades más singulares de A.A. como grupo local y como asociación de alcance mundial. No hay estatutos que digan que un miembro tiene que asistir a determinado número de reuniones durante cierto período de tiempo.

Como es de suponer, la mayoría de los grupos tienen la tradición, no escrita, de que cualquiera que siga bebiendo y que por su comportamiento interrumpa una reunión de A.A. tendrá que ausentarse de ella; la misma persona, sin embargo, será bienvenida en cualquier momento en que sus acciones no causen molestias. En realidad, los demás miembros del grupo harán cuanto puedan por ayudarle si es que sinceramente desea dejar de beber.


¿Cuánto cuesta ser miembro de A.A.?

Para ser miembro de A.A. no es necesario hacer gastos de ninguna clase. El programa de recuperación de los alcohólicos está a la disposición de cualquiera que desee dejar de beber, bien sea que carezca en absoluto de dinero o que posea millones.

La mayoría de los grupos locales "pasa el sombrero" en las reuniones para sufragar los gastos de arriendo y pagar los artículos que se consuman durante las reuniones tales como café, emparedados, pasteles o cualquier otra cosa que se sirva. En la gran mayoría de los grupos, parte del dinero que se obtiene por contribuciones voluntarias pasa a la Oficina de Servicios Generales de A.A. y se destina a ayudar al sostenimiento de los servicios nacionales e internacionales de la sociedad. Ese dinero se emplea exclusivamente para los servicios destinados a la ayuda de los grupos nuevos o ya establecidos y para difundir el programa de recuperación entre "los millones de alcohólicos que aún no lo conocen".

Lo importante es que el ser miembro de A.A. no depende en ninguna manera de que se contribuya a su sostenimiento. Muchos de los grupos, en realidad, han puesto un límite definitivo a la cantidad con que puede contribuir cualquiera de sus miembros. La sociedad de A.A. se sostiene por sí misma y no acepta contribuciones de fuentes extrañas.


¿Quién dirige a A . A.?

A.A. no tiene gerentes ni personal directivo con poderes o autoridad sobre los demás miembros de la Comunidad. En A.A. no hay "gobierno". Claro está, sin embargo, que incluso en una organización sin etiqueta hay que hacer cierta clase de trabajos. En los grupos locales, por ejemplo, alguien tiene que encargarse de conseguir un lugar apropiado para las reuniones; es necesario planear las reuniones y sus programas; se requiere proveer café y refrescos, que tanto contribuyen a hacer más agradable el ambiente durante las reuniones; muchos grupos también consideran conveniente asignarle a alguno la responsabilidad de mantener el contacto con el desarrollo nacional e internacional de A.A.

Cuando un grupo local está recién organizado, algunos de sus miembros asumen voluntariamente la responsabilidad de actuar informalmente como servidores del mismo. Tan pronto como se puede, sin embargo, esas responsabilidades van pasando, por elección, a otros miembros del grupo y por períodos de tiempo limitado. Un grupo típico de A.A. puede tener un secretario, un comité de programas, un comité de alimentos, un tesorero y un representante de servicios generales que representa al grupo en las reuniones regionales. Los nuevos miembros que hayan pasado un tiempo razonable de sobriedad son instados a que asuman parte de las responsabilidades del grupo.

Tanto en lo nacional como en lo internacional, hay también ciertas tareas específicas que llevar a cabo. Es necesario escribir circulares, imprimirlas y distribuirlas a los grupos o individuos que las soliciten. Es necesario contestar las preguntas que se reciban de los grupos nuevos o ya establecidos. Es necesario atender a las solicitudes de información sobre A.A. y su programa de recuperación del alcoholismo. Es necesario informar a los médicos, miembros del clero, hombres de negocios y directores de instituciones. También es forzoso mantener relaciones con la prensa, la radio, el cine y otros medios de comunicación e información.

Para asegurar el sano desarrollo de A.A. los primeros miembros de la sociedad, junto con algunos amigos no alcohólicos, establecieron un consejo custodial, la Fundación Alcohólica, que se conoce ahora como la Junta de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos. Esta sirve de guardiana de las Tradiciones de A.A. y de sus servicios generales, y además asume la responsabilidad por las normas de servicios y la integridad de la Oficina de Servicios Generales de A.A. en Nueva York.

El lazo de unión entre los grupos de A.A. (de los Estados Unidos y el Canadá) y la Junta de Servicios es la Conferencia de Servicios Generales de A.A. La Conferencia, compuesta por aproximadamente 92 delegados regionales, se reúne durante varios días cada año con los Custodios de la Junta de Servicios y con los dirigentes de la Oficina principal de Nueva York. La Conferencia es exclusivamente una agencia de consultas y servicios, y no tiene autoridad para reglamentar o gobernar a los miembros de A.A.

Así, la respuesta a la pregunta de "¿quién dirige a A.A.?" Es que la sociedad es una organización democrática que no tiene gobierno general y cuya organización formal se mantiene al mínimo.

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