Todos quisiéramos que la vida fuera perfecta, que no hubiese problemas y que todo nos saliera siempre bien, sin embargo, basta ir a la realidad para darnos cuenta de que no todo es así y que hay que enfrentar situaciones difíciles a diario.
Todos estamos propensos a pasar por momentos de tribulación, por pequeñas tormentas que toca enfrentar con fuerza, sin dar la espalda.
Quizá muchos de ustedes, incluso yo mismo, en este momento atravesamos una situación adversa.
Quizá muchos tienen problemas económicos o familiares, problemas en el trabajo o en los estudios, tal vez, dificultades como una enfermedad.
En medio de cada una de esas situaciones hay que aprender a descubrir la mano de Dios que nos permite salir adelante con fuerza y superar nuestras dificultades.
Te invito a que seas capaz de mirar hasta qué punto estás dando respuesta a las dificultades o si, por el contrario, les estás dando la espalda y se están acumulando en tu vida.
Por eso, hoy quiero darte tres claves para hacer una lectura sobre estos momentos de dificultad.
Primero, es necesario confiar en que Dios está a nuestro lado, saber que está dándonos fuerza y animándonos a salir adelante.
Entonces, ora, llénate de Dios, búscalo y te dará su luz.
Segundo, es necesario ser valientes, tomar control de las situaciones, entender que, aunque sean grandes, Dios nos da la capacidad para vencerlas.
Entonces, observa, analiza la situación, pros y contras.
Y tercero, es necesario dar la lucha, no quedarse quietos, no permitir que el miedo a los problemas nos petrifique.
Entonces, toma decisiones, decide qué hacer en concreto para vencer tu dificultad.
Tarea del día:
Haz frente a las dificultades. Encáralas, tú puedes vencer
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