Las palabras del capitán en esa ocasión fueron: “mantengan la calma, estamos dominando la situación”.
Al principio me asusté, fue fuerte el movimiento de la nave, pero después de unos segundos todo se calmó.
Di gracias a Dios por haber salido del susto, y en medio de mi oración me quedé pensando por un momento en la necesidad que tenemos nosotros también de aprender a dominar las situaciones que nos hacen tambalear en la vida, hasta el punto de decir que podemos mantener la calma. Comparé la turbulencia con los problemas.
Claro, asusta el movimiento brusco del avión que pasa por una turbulencia, como nos asustan los problemas, pero el piloto sabe que es sólo eso, turbulencia, algo pasajero, pues el avión tiene capacidad para salir de tal situación, como los creyentes, que sabemos los problemas suceden, pero tenemos la capacidad para luchar ante la adversidad.
El piloto manejó con calma la situación. Pero a muchos les resulta muy complicado poder mantener el control sobre sus problemas, es allí donde llega la desesperación y corremos el riesgo de perder el control y estrellarnos.
Basta pensar en la vida como un avión del que nosotros somos pilotos y al que nosotros damos la dirección. Si no sabemos dominar los momentos, si somos débiles y permitimos que las situaciones nos dominen a nosotros, lo más probable es que acabemos estrellados, sin esperanzas.
¿Hasta qué punto estás tomando el control de tu vida? ¿Hasta qué punto las turbulencias de la vida te hacen tambalear?
Mantén la calma.
Tarea del día:
Mantén la calma en los momentos difíciles
Mantén la calma en los momentos difíciles
Alberto Linero
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