Señor mío y Dios mío, al terminar este mes vengo delante de Ti confiado en que escuchas mi oración.
Los hechos dicen más que mil palabras, las acciones dicen más que lo que puedo decir en cualquier momento acerca de Ti.
Quiero seguir pidiéndote que no dejes que olvide ser coherente, que no deje a un lado las buenas acciones que le dan validez a mi fe.
Tú conoces mi vida y sabes que me cuesta muchas veces ser fiel a Ti, muchas veces es difícil es difícil permanecer haciendo tu voluntad; por eso, al terminar esta noche quiero pedirte que me regales tu fuerza para hacerlo, porque por mis propias fuerzas no puedo.
Soy débil y solo Tú con tu Espíritu Santo puedes ayudarme a seguir adelante en mi relación contigo, sigue regalándome la fuerza de tu Divino Espíritu para poder serte fiel y obrar siempre el bien que Tú quieres que obre.
Confío en Ti y estoy seguro de tu presencia amorosa.
Amén.
Padre Alberto Linero