Señor mío y Dios mío, aquí estoy otra vez, animado, lleno de expectativas y con la seguridad de que me bendices en este momento con tu amor.
Quiero darte las gracias por cada una de las bendiciones que me has dado: cuando recorro mi vida descubro que has sido muy bueno conmigo y que me has dado muchas bendiciones.
Gracias por tu amor, por tu compañía, por tu protección, por tu guía, por hacerme sentir que soy importante para Ti.
Hoy quiero suplicarte que me des mucha claridad en mi mente para no actuar de manera equivocada, para saber escoger mis reacciones y no dejar que los estímulos negativos me lleven a fracasar.
Sabes que tendré muchas tentaciones en este día y que tendré que vencerlas con la fuerza de tu Espíritu.
Te suplico que me hagas consciente de que estás ayudándome a vencer esas situaciones.
Te amo y confío en tu poder, estoy seguro de que hoy será un día de bendición, y desde ya salgo a gozarlo.