“Me desperté en la mañana y tuve unos momentos difíciles durante un rato”, dijo un hombre en recuperación. “Luego me di cuenta de que eso se debía a que no me estaba gustando mucho a mi mismo. “La gente que esta en recuperación a menudo dice: “Simplemente no me gusto a mi misma ‘Cuando empezare a gustarme?”.
La respuesta es: ¡empieza ahora! Podemos aprender a ser amables, amorosos, y cariñosos con nosotros mismos. De todas las conductas de recuperación que estamos luchando por lograr, amarnos a nosotros mismos puede ser la mas difícil y la mas importante. Si habitualmente somos duros y críticos con nosotros mismos, aprender a ser ambles puede requerir de un dedicado esfuerzo.
¡Pero que valiosa aventura!
Al no gustarnos a nosotros mismos, podemos estar perpetuando el desprecio, el abandono o el abuso que recibimos durante la niñez por parte de la gente importante en nuestra vida: No nos gusto lo que sucedió entonces, pero nos descubrimos copiando a aquellos que nos maltrataron al tratarnos mal a nosotros mismos.
Podemos detener ese patrón.
Podemos empezar a darnos el tratamiento amoroso, respetuoso, que merecemos.
En vez de criticarnos, podemos decirnos que nos hemos desempeñado suficientemente bien.
Podemos despertar por la mañana y decirnos que nos merecemos tener un día bueno.
Podemos hacer el compromiso de cuidar bien de nosotros mismos durante el día.
Podemos reconocer que somos merecedores de amor.
Podemos hacer cosas amorosas por nosotros mismos.
Podemos amar a otras personas y dejarlas que nos amen.
La gente que en verdad se ama a sí misma no se centra destructivamente en sí misma.
No abusa de los demás.
No deja de crecer y de cambiar.
La gente que se ama bien a sí misma aprende a amar también a los demás.
Continuamente crece para convertirse en gente más sana, aprendiendo que colocó su amor en el lugar correcto.
“Hoy me amaré a mi mismo. Si caigo en el viejo patrón de no gustarme a mí mismo, encontraré una manera de salir de el”.