Hazte sentir bien.
Nuestra primera labor es hacernos sentir mejor, y luego, hacernos sentir muy bien.
La recuperación no es solamente detener los sentimientos dolorosos, sino crearnos una vida nueva.
No tenemos por qué negarnos las actividades que nos ayuden a sentirnos bien. Asistir a las reuniones, asolearnos, hacer ejercicio, dar un paseo o pasar un rato con un amigo o amiga son actividades que nos ayudan a sentirnos bien. Cada uno de nosotros tiene su lista. Si no la tenemos, ahora somos libres de explorar, de experimentar y de desarrollar esa lista.
Cuando encontremos una conducta o actividad que nos produzca un sentimiento agradable, pongámosla en la lista. Luego, desempeñémosla frecuentemente.
Dejemos de negarnos a nosotros mismos los sentimientos agradables y empecemos a hacer las cosas que nos hacen sentir bien.
“Hoy desarrollaré una actividad o conducta que sé que me provocará un sentimiento agradable. Si no estoy seguro de qué me gusta, experimentaré hoy con una conducta”.