Una de las tareas en donde se necesita más templaza y mucha claridad es la crianza, labor que no concluye jamás porque a pesar de que los seres humanos ya adultos sintamos que lo sabemos todo, siempre debemos estar dispuestos a aprender para así poder enseñar.
Comparto algunos puntos que, considero, son claves para lograr cumplir exitosamente esta responsabilidad que muchos de ustedes han aceptado vivir; algunos son padres; otros son parientes, educadores, tienen niños cerca, entonces, debemos crear espacios sanos para las generaciones siguientes.
Por eso al respecto se me ocurren ciertos puntos como:
*Comunicación: los adultos deben disponerse a escuchar a sus hijos para que puedan comprenderlos.
*Empatía: no se tiene que estar de acuerdo con todo lo que los hijos hacen o dicen, pero sería oportuno tratar de apreciar el punto de vista de ellos.
*Aceptar: una vez que sus hijos entienden que usted los quiere por lo que son, no simplemente por lo que hacen o no hacen, ellos desarrollarán la confianza para pensar por su propia cuenta y ser menos susceptibles a la presión de grupo.
*Aprender del error: ayudar a sus hijos a ver la vida como un proceso de aprendizaje continuo les quita el temor de probar experiencias nuevas. Sus hijos pueden aprender cómo tomar decisiones y resolver problemas independientemente.
*Disciplina: es necesario promoverla. Esta propuesta no es una camisa de fuerza para lograr que sus hijos estén “bien criados”, sólo son propuestas que hacen posible un mejor núcleo familiar.
TAREA DEL DÍA
Medita y reflexiona sobre tu familia; ora por ella.
