EL CASO DE JOSÉ EN EGIPTO
Cuenta
primero libro de la Biblia, el Génesis, que José era hijo de Jacob; el mejor y
el más virtuoso de sus hijos. Pero un día le contó a su padre que los demás
hermanos se comportaban muy mal cuando estaban lejos de su hogar, y por haber
sido reprendidos por Jacob, los otros días le juraron la guerra a José.
Y un día
lo vendieron como esclavo por 20 monedas, y para engañar a su padre primero en
el manto de José con la sangre de un cabrito y se lo enviaron a Jacob, para que
creyera que a su hijo lo había matado una fiera por el camino solitario.
El pobre
José, Por más que lloró, grito y suplico con todas sus fuerzas que no lo
vendieran, fue vendido sin misericordia y llevado a Egipto. Y ella encontró por
la ayuda de Dios la buena voluntad del alcalde de la cavidad que lo nombró jefe
de todos sus empleados domésticos.
Pero
cuando mejor y más halagüeña era su posición, he aquí que la esposa de su jefe,
Pitufar, se enamora de José y quiere que él se vaya a vivir con ella. Como el
joven prefiere morir antes que ofender a su Dios, entonces la mala mujer le
inventa una calumnia y lo mande echar injustamente a la cárcel.
Hasta que
toda esta historia parece una cadena de injusticias. ¿Porque si es el mejor
hijo de Jacob, permite Dios que lo vendan como esclavo y se lo lleven a un país
desconocido permite Dios que lo vendan como esclavo y se lo lleven a un país
desconocido? ¿Porque si cumple tan exactamente sus deberes como jefe del
personal de Pitufar, permite Dios que le inventen lo malo que él no ha hecho y
lo manden a una cárcel?
Y aquí
viene la respuesta del libro sagrado: "todo sucede para el bien de los que
aman a Dios". En la cárcel se encuentra José con el copero del Rey, el que
le servía el vino al faraón, y la interpreta un sueño en el cual había visto
que exprimía 3 racimos de uvas y echaba el vino en la Copa del Rey. José le
dice que aquello significa que dentro de 3 días sacaran al copero de la cárcel.
Y así sucede. Y entonces cuando El faraón tiene sus famosos sueños en los
cuales ve que 7 vacas flacas devoran a 7 vacas gordas y que siete espigas
raquíticas acaban con siete espigas vigorosas, y no encuentra a nadie que le
explique tan misteriosos sueños, el copero se acuerda de José y lo mandan sacar
de la cárcel, y éste le dice al faraón que las 7 vacas gordas y las siete
espigas vigorosas serán 7 años de grandes cosechas y las 7 vacas flacas y las
siete espigas raquíticas serán 7 años de sequía y de malas cosechas y que es
necesario almacenar ahora todo lo que sobra, para poder tener provisiones para
los años de escasez. Y El faraón le agrada tanto esa respuesta que nombra a
José como virrey de todo Egipto y Primer Ministro del reino.
No es
verdad que aquí sí se cumplió La promesa del señor: "Todo sucederá por el
bien de los que aman a Dios?" El haber sido vendido como esclavo y llevado
a Egipto, el haber sido calumniado y echado a la cárcel, todo sirvió para que
este hombre que amaba mucho a Dios llegará a ser el segundo en todo el reino.
Pero
observemos la actitud de José. El no pierde el tiempo en dedicarse a tener se
lastima. Habría podido empezar a decir: "soy víctima de la injusticia. ¿Con
qué derecho me han vendido? ¿Porque me inventan lo que no he hecho? ¿Y, Porqué
me mandan a la cárcel siendo inocente?" Y consumirse derrotado en la
autocompasión. Pero afortunadamente eso fue precisamente lo que él no hizo,
porque era hombre práctico e inteligente. En vez de dedicarse a auto compadecerse,
Federico contra el juicio y esmero a hacer sus trabajos en casa de Pitufar que
van de su dedicación y la ayuda del buen Dios consiguió ser nombrado jefe de
todo el personal. Y después en la cárcel en vez de dedicarse a darse pésames
por sus destinatarios y a echar a los demás la culpa de lo que le estaba
pasando, se dedicó con tan grande esmero a ayudar a todos, que Según dice el
libro sagrado, fue nombrado también jefe de todo el personal de detenidos.
José
cumplía lo que más tarde repetiría el gran sabio Ampere: "con una mano me
agarró de la mano de Dios pidiéndole ayuda, y con la otra hago todos los
esfuerzos por superar las dificultades que se me presentan, pero no pierdo mi
tiempo quejándome de Los sufrimientos y de las contrariedades que me
sobrevienen".
La
historia de José vendido por sus hermanos Es una de las narraciones más bellas
de emocionantes en toda la literatura universal. Se encuentra en los capítulos
37 se encuentra en los capítulos 37-45 el primer libro de la Biblia, El
génesis. Al final de tan hermosa historia, cuando José se encuentra con sus
hermanos les dice: "estás penas que me dieron no me sucedieron al azar o
por casualidad, sino que les permitió el señor para nuestro bien. Fue Dios el
que permitió todo esto para sacar de ello un gran bien". Esto mismo vamos
a repetir muchos de nosotros cuando sepamos el porqué de Los sufrimientos que
Dios permita que nos lleguen: "Los permitió Dios para sacar de ellos un
gran bien". ¿Y si es así, ¿Entonces, porque deprimirnos por ellos?
"EL
BUEN SIERVO DE DIOS NO GRITA, NO DISCUTE, NO VOCIFERA POR LAS CALLES.
A LA CAÑA
MEDIO PARTIDA NO LA ACABA DE PARTIR.
A LA
MECHA CASI APAGADA, NO LA ACABA DE APAGAR"