Me duele mucho cuando recibo la noticia de que alguien de los que aprecio está enfermo.
No son pocas las noticias que recibo de personas que han sido diagnosticadas con cáncer, y comienzan a dar la batalla contra esa terrible enfermedad.
Son personas que siempre están tristes, desanimadas y asustadas por lo mortal de la enfermedad. Pero son personas que están buscando fuerza para seguir adelante.
Entienden que no pueden cruzarse de brazos y dejar que todo siga; ellas saben que tienen que plantar la cara a la enfermedad y dar la batalla hasta vencerla.
Me gusta ver brillar sus ojos de esperanza y escuchar cómo se animan para seguir en la brega.
No es un batalla fácil, pero se puede ganar y hay que hacer todo lo que esté al alcance para lograrlo.
Por eso, en este momento te invito a orar por esas personas: “Padre Dios, Tú eres el Dios de la salud,
Tú nos quieres felices y dispuestos a la alabanza en la vida diaria. Por eso en este momento te pedimos que eches fuera toda enfermedad del cuerpo de estos hermanos y les hagas sentir tu salud.
Quema con tu poder toda célula mala y hazle sentir tu amor, que esa enfermedad desaparezca y ellos pronto puedan darte gracias por tu maravillosa acción.
Gracias por los médicos, por los tratamientos, por las personas que están apoyando a estos hermanos.
Que sus esfuerzos sean efectivos y puedan celebrar la salud. Gracias por escucharnos en este momento y por hacer realidad nuestra petición. Amén”.
Estoy seguro de que Dios siempre viene en nuestra ayuda y por eso confío en el poder de la oración.
TAREA DEL DÍA:
Llama o visita a un enfermo y hazle saber que Dios nos da fuerza para seguir adelante.
P. ALBERTO LINERO
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