miércoles, 8 de agosto de 2018

Síntomas de la Borrachera Seca (1er Sintoma)

Primer síntoma: inmadurez e infantilismo, estancamiento del crecimiento emocional y persistencia de las dependencias.

El niño rey

"Con dinero y sin dinero/hago siempre lo que quiero/y mi palabra es la ley.
No tengo trono ni reina,/ni nadie que me comprenda,/pero sigo siendo el rey."
Canción popular mexicana. José Alfredo Jiménez.
Una de las características principales del perfil psicológico de los alcohólicos es la inmadurez emocional. En la psicobiografía de la mayor parte de los adictos al alcohol encontramos antecedentes de rechazo afectivo, sobreprotección o responsabilidad prematura. Estas vivencias infantiles determinan un retraso en el desarrollo de su personalidad que da lugar a que este tipo de personas sean inseguras, ansiosas, egocéntricas, con baja autoestima y una serie de complejos que impiden un óptimo desarrollo de su personalidad.

Al llegar a la adolescencia, surge una serie de fenómenos como la aparición de los caracteres sexuales
secundarios, la atracción por el sexo opuesto, la necesidad de ser aceptado en su grupo de iguales, la
búsqueda de una identidad propia y una mayor presión social para el cumplimiento de responsabilidades escolares, familiares y sociales.

Estos futuros alcohólicos, al enfrentar esta serie de presiones, generan una gran angustia que les produce un intenso malestar psicológico y al mismo tiempo mucha frustración al sentirse incompetentes para satisfacer esas necesidades.

Pero es también en la época de la adolescencia cuando se tienen los primeros contactos con el alcohol. El inmaduro emocional, lleno de complejos y limitaciones en sus relaciones interpersonales, al experimentar con el alcohol, descubre una sustancia maravillosa que transforma su personalidad y lo convierte de tímido en audaz, de cobarde en valiente, de introvertido en extrovertido, de antipático en simpático y de lacónico en locuaz.

Es así, como este  inseguro angustiado encuentra en el alcohol una muleta emocional que le ayuda a sobrecompensar sus limitaciones psicológicas. De esta forma se inicia una carrera que empieza por el uso, continúa con el hábito, sigue con el abuso y termina con la adicción al alcohol.

El alcoholismo es una enfermedad que produce un desgaste físico y psicológico impresionante. La principal característica del desgaste psicológico del alcohólico es la parálisis de su desarrollo emocional. Es decir, un alcohólico activo no crece emocionalmente.

Está psicológicamente atrofiado porque para enfrentar los diferentes conflictos de su vida o para evadirse de ellos, ha recurrido siempre a la muleta emocional del alcohol. Por lo tanto, en el alcohólico se presenta el fenómeno de llover sobre mojado ya que antes de empezar a beber ya presentaba serias limitaciones en el proceso de madurez de su personalidad, que eventualmente lo llevaron al desarrollo de su alcoholismo, que a su vez produjo un estancamiento en ese proceso de crecimiento emocional.

Pero una vez que el alcohólico decide dejar de beber y alcanza la abstinencia, persiste aún la inmadurez emocional. La abstinencia por sí sola no provoca un crecimiento emocional, sino que, el alcohólico en recuperación una vez que ha alcanzado un tiempo razonable de abstinencia debe de empezar a trabajar en su crecimiento emocional.

Por eso decimos que el alcohólico que deja de beber, pero que no crece emocionalmente padece del
Síndrome de la Borrachera Seca. Este primer síntoma de la borrachera seca constituye el núcleo central del síndrome. Los otros once síntomas son en cierta forma, consecuencia de una inmadurez emocional.

Al inmaduro emocional le llamamos el niño rey porque su comportamiento es típico de un individuo
terriblemente egocéntrico que exige todos los derechos del niño, pero que no cumple ninguna obligación del adulto. En otras palabras, cuando le conviene se comporta como niño y cuando le conviene se comporta como adulto autoritario.

Las principales características del perfil psicológico del niño rey son las siguientes:
 Infantilismo
 Demandancia excesiva
 Egoísmo
 Narcisismo
 Intolerancia a la frustración
 Caprichos
 Inconsistencia
 Inconstancia
 Dependencias emocionales
 Superficialidad
 Manipulación
 Incapacidad de aplazar satisfacciones
 Rebeldía ante la autoridad
 Egocentrismo
 Irresponsabilidad
 Pasividad

Los factores socioculturales también han influido mucho en el desarrollo del perfil psicológico del niño rey. El machismo, la sobreprotección maternal, los roles tradicionales de género en la familia mexicana, la sumisión de la mujer, etcétera, han sido factores que han contribuido mucho a la configuración de este tipo de alcohólicos, que son psicológicamente débiles pero que ejercen un dominio basado en la fuerza física o en el poder económico.

En los hogares del niño rey, por lo general, la esposa o la madre son psicológicamente fuertes. Para el niño rey la madre y la esposa son la misma cosa, pues este tipo de personas siempre buscan una esposa con características muy maternales y que no sea otra cosa que la continuación de su madre. El niño rey domina a su esposa pero al mismo tiempo depende mucho de ella; no puede vivir sin su esposa-madre y aunque suele engañarla, agredirla y humillarla no puede tolerar que lo abandone o que lo ignore. Erich Fromm en su Sociopsicoanálisis del campesino mexicano describe esta dinámica en la familia del campesino mexicano llamándolo el patriarcado minado, porque ese núcleo familiar en donde aparentemente domina el hombre, la verdaderamente fuerte es la mujer (madre o esposa), por lo que Fromm lo describió como "un matriarcado disfrazado de patriarcado".

La irresponsabilidad, la inconsistencia y la inconstancia son otras características típicas del perfil psicológico del niño rey. Son individuos que les cuesta mucho trabajo asumir responsabilidades y tienden a evadirlas constantemente. Son inconstantes e inconsistentes porque no terminan lo que empiezan. A veces se ilusionan con un proyecto, lo empiezan con mucho entusiasmo y al poco tiempo se aburren y lo abandonan.

Este tipo de personas son de impulsos cortos pues les cuesta mucho trabajo mantener una disciplina que implique perseverancia. El ser irresponsables los hace atenidos. En muchas familias de niño rey la esposa es quien aporta la mayor carga económica. En otros casos son los padres o los hermanos quienes los mantienen.

Obviamente al niño rey le molesta sobremanera que le impongan reglas o limitaciones. Son individuos caprichosos, cuya intolerancia a la frustración los incapacita a aplazar satisfacciones. Casi siempre se salen con la suya mediante caprichos, chantaje sentimental o manipulación. Estas características los lleva a tener casi siempre conflictos con la autoridad, llámese padre, madre, hermanos, autoridades civiles, policía, médico o sacerdote. Es por ello que casi siempre les gusta llevar la contraria. Son oposicionistas por naturaleza.

Finalmente son individuos egoístas, narcisistas y egocéntricos. Esto es consecuencia de un mecanismo de sobre compensación a sus complejos de inferioridad. Desean llamar la atención, ser el centro de atracción.

Les gusta ser "en las bodas la novia y en los entierros el muerto". Están siempre atentos a sus propias
necesidades, pero poco les interesa los sentimientos o las necesidades de los demás. Esto provoca
decepción y resentimientos en las personas involucradas sentimentalmente con ellos.

Muchos alcohólicos que han dejado de beber, que son miembros de Alcohólicos Anónimos (AA) y que ya han cumplido varios aniversarios sin recaer en el alcohol, persisten manifestando estas características de personalidad. Evidentemente estas personas sufren de un Síndrome de Borrachera Seca, pues a pesar de la abstinencia de alcohol no han trabajado en su crecimiento emocional y esto los expone o a una recaída o a que lleven una vida muy pobre emocionalmente, con problemas familiares crecientes y una insatisfacción permanente. Una importante cantidad de matrimonios de alcohólicos se divorcian después de un lapso prolongado de abstinencia del alcohólico. Esta situación, aparentemente contradictoria, no es más que la expresión de la desilusión y el desencanto de la esposa, que esperaba un cambio más satisfactorio en el alcohólico y no simplemente una abstinencia mediocre.

Solamente mediante de un trabajo psicoterapeútico consistente se puede lograr un mejor autoconocimiento y una autoaceptación que lleve a un conocimiento más objetivo de cuáles son las áreas de la vida que requieren de un cambio. Este trabajo se puede desarrollar en algunos casos, por medio del programa de los doce pasos, pero en otros casos de neurosis más severas no es suficiente el apoyo de los grupos de autoayuda y debe recurrirse a una psicoterapia profesional.

por el Doctor José Antonio Elizondo López

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