sábado, 11 de agosto de 2018

Desglozando Las #Reflexionesdelvuelodelamosca #10


Hay oportunidades tan llamativas que a veces hay que rechazar por el propio bien

Me ha llegado una propuesta que es difícil rechazar...
Se ve que podría irme bastante bien, ¡Puedo avanzar en todo lo que yo he querido! Pero, ¿a costa de quien?
Al fin que a mi ya me lo hicieron, ¿Porque yo no puedo ahora tomar esta ventaja? Como que ya va siendo hora de la revancha...

Son algunas de las muchos pensamientos que surgen por mi cabeza cuando veo una buena oportunidad.

Hace algunos años me ofrecieron entrar a trabajar para un candidato a diputado en el municipio donde vivo, las cosas se veían bastante bien, ¡era una oportunidad única!
No había aun nadie que estuviera en la fila formada para el puesto que me estaba postulando, sería pionera y en base a lo que yo realizara en ese trabajo es como ganaría ese puesto. 
¿Porque no? ¿Qué podría salir mal? 
¿Yo siendo la única mujer podría ser capaz de tal puesto?
¡Si, lo logré! Ahora si podría comenzar mi propia carrera en este ambiente de la política y comenzar a despegar.

Pasaron los días y me volví una persona indispensable para la campaña. Era la encargada de todo lo relacionado a la administración directa de la oficina y las demás personas que iban llegando eran los encargados de ejecutar todas las ordenes que yo les daba, claro, ya una vez consultadas con dicho candidato, yo tenía ese "poder". En el organigrama había logrado ser la segunda al mando, o el brazo derecho del candidato.

Llego el día tan esperado para todos, eran las elecciones y solo nos quedaba esperar los resultados.
Antes de que acabara el día, ya teníamos un buen avance de los resultados y si, ¡Habíamos ganado! A festejar...

A la semana ya se estaban designando los puestos en los que cada persona estaría y había un pequeño problema, para el presupuesto que les otorgaban, solo había 5 puestos para las oficinas y para la casa de enlace ciudadano, había 3 lugares. Pasaban los días y a mi ya me habían designado la encargada de la casa de enlace gracias a que demostré que si podía con dicho papel.
Las envidias no se hicieron esperar. Comenzaron a soltar rumores de mi vida y el como había llegado a donde ni siquiera se llegaba aun... Tanto comenzaron a afectar mi entorno que pronto mi familia comenzó a preguntar. Lo que me llevo a un problema mayor, y ahí es donde tome la decisión de mejor alejarme porque yo no estaba dispuesta a vender mi integridad y mis valores a costa de la manera tan ruin en la que los otros peleaban un trabajo. Vi que no era mi necesidad tan grande como para destruir a una persona y a su familia por un trabajo que solo duraría unos años hasta que llegara el siguiente candidato con su propio equipo y ahí es donde a todos nos sacarían. No señor, no soy tan vil.

En oportunidades como estas, es donde una persona se pregunta si es que vale la pena la manzana que le ofrecen, o si es preferible vivir en mayor tranquilidad...

Tú que prefieres, ¿Comerte una manzana inmediata y que te durara solo un poco, o plantar el árbol de manzanas y cuidarlo para que te siga ando manzanas?

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