Sé Agradecido Con Dios Y Los Que Te Rodean

Una de mis certezas existenciales, esto es, verdades con las que intento dirigir el rumbo de mi vida, es saber ser agradecido.

Hay que tener en cuenta que muchas personas, directa o indirectamente, han contribuido para poder construir esto que somos, donde vivimos. 

Aquel que no es capaz de reconocer la ayuda de los demás, sencillamente, es un prepotente y un desagradecido con la vida y con las personas que han pasado por ella. 

Piensa por un momento cuántas veces, quizás, te has visto envuelto en situaciones que no pensaste poder superar y de repente alguien llegó a ayudarte. 

O piensa también en cada vez que algo salía bien sin que tú movieras un dedo. 

Siempre ha estado allí la acción de alguien, y por eso tenemos que ser agradecidos. 

Y se trata de una actitud que se debe tener con todos, no solo con aquellos que de algún modo son nuestros superiores –padres, profesores, jefes-, sino con aquellos que día a día dan su vida para que la de los demás esté bien. 

Si somos agradecidos con los que tenemos cerca y han hecho cosas grandes por nosotros, también debemos ser agradecidos con aquellos que tal vez ni conocemos pero hacen algo por nosotros. 

Pienso en aquellos que barren las calles y que a veces son mal vistos, y a quienes casi nunca agradecemos. 

Pienso en aquellos que ejercen oficios en las calles a pleno sol o en medio de la lluvia. 

Pienso en aquellos que tienen turnos de trabajo tan extensos y en condiciones difíciles, a quienes apenas les alcanza el tiempo para ver a sus familiares, pero contribuyen con el orden, la limpieza, la salud y, en general, con el mantenimiento y crecimiento de un lugar. 

Tenemos que empezar a decir “gracias”, y a reconocer el esfuerzo de los demás, también así se manifiesta la ayuda de Dios.

TAREA DEL DÍA:

Sé agradecido con Dios y con los que te rodean

POR ALBERTO LINERO