La aclaración viene a cuento, Porque casi siempre al "prójimo" como que lo situamos fuera de la familia.
"Prójimo" -pensamos- El cieguito que pide limosna a la puerta del templo, las señoras pobres que acuden al dispensario parroquial, los chavitos que se corretean medio desnudos en media calle.
Y está bien, porque también ellos son prójimos.
Pero a muchos y no suele olvidar que la esposa es prójimo, que el esposo es prójimo,que nuestros hermanos y tíos son prójimos y lo mismo nuestros padres y nuestros hijos.
Y fuera de la casa somos comprensivos y simpáticos, los dos vivimos por los demás,Tratamos de ser interesantes y agradables con los otros y cuando nos re integramos al Ambiente familiar, nos mostramos intolerantes, agresivos, desagradables, egoístas, hoscos y malhumorados...
Los familiares también son prójimos (más próximos Si se quiere, que los demás) y al prójimo hay que amarlo como a nosotros mismos.
Parodiando un poco lo que decía San Juan: el que diga que ama al prójimo de fuera y no ama al prójimo que tiene dentro de su casa, es un mentiroso.
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