viernes, 9 de noviembre de 2018

Viviendo Sobrio (Parte I)

Por que este titulo
Aun las palabras "mantenerse sobrio", y con mayor razón “vivir sobrio", ofendieron a muchos de nosotros cuando se nos dio por primera vez ese consejo. Si bien es cierto que habíamos bebido en exceso, muchos de nosotros nunca nos sentimos borrachos, y estábamos seguros de que casi nunca parecíamos borrachos. Muchos de nosotros nunca nos tambaleamos, caímos o tuvimos la lengua pesada; muchos otros nunca desordenaron sus vidas, nunca perdieron un día de trabajo, nunca tuvieron accidentes automovilísticos y nunca llegaron a estar hospitalizados o encarcelados por causa del licor.

Conocimos muchas personas que bebieron en mayor cantidad que nosotros, y personas que no podían manejar sus tragos. Nosotros mismos no éramos así. Por ello la sugerencia de que debiéramos "mantenernos sobrios" era casi insultante.

Además, nos pareció innecesariamente drástica. ¿Cómo podríamos vivir en esa forma? Con toda seguridad, no había nada de malo en uno o dos aperitivos en un almuerzo de negocios o antes de la cena. Todo el mundo tenía el derecho a descansar con unos pocos tragos, o beber un par de cervezas antes de ir a la cama.

Sin embargo, después de aprender algunos hechos acerca de la enfermedad llamada alcoholismo, nuestras opiniones cambiaron radicalmente. Se abrieron nuestros ojos al hecho real de que aparentemente millones de personas sufren la enfermedad del alcoholismo. La ciencia médica no explica su "causa", pero los expertos médicos sobre el tema del alcoholismo nos aseguran que una sola copa conduce al bebedor alcohólico, o bebedor problema, a muchas dificultades. Nuestra experiencia confirma abrumadoramente esta aseveración.

Por eso la abstención absoluta, esto es, no tomar bebida alcohólicas de ninguna clase, se convierte en la base de la recuperación del alcoholismo. Y permítasenos puntualizar por repetición que la vida abstemia no significa de ninguna manera una vida triste aburridora e insoportable, como hablamos temido, sino por el contrario, algo que empezamos a gozar y a encontrar mucho más excitante que nuestros días de bebedores. Vamos a mostrarle la forma en que eso se logra.


¿POR QUÉ EL NO BEBER?
Nosotros los miembros de Alcohólicos Anónimos nos damos cuenta de la respuesta a esa pregunta cuando observamos honestamente nuestras vidas pasadas. Nuestra experiencia muestra claramente que la más pequeña cantidad de alcohol conduce al bebedor alcohólico, o bebedor problema, a serias dificultades. Según palabras de la Asociación Norteamericana:

El alcohol, aparte de sus cualidades adictivas, tiene también un efecto sicológico que modifica el razonamiento y el pensamiento. Una sola copa puede cambiar la mentalidad de un alcohólico en el sentido de que cree poder tolerar otra, y luego otra, y otra . . .

El alcohólico puede aprender a controlar completamente su enfermedad, pero la afición no habrá de curarse en forma tal que pueda volver a ingerir alcohol sin consecuencias adversas. *

Para sorpresa nuestra, la abstención continuada no es la experiencia triste y desoladora que habíamos imaginado. Mientras estábamos bebiendo, la vida sin alcohol nos parecía que no tenía sentido. Pero para la mayor parte de los miembros de A.A., la vida de abstención es una vida real, una experiencia fascinante. La preferimos a todas las dificultades que tuvimos cuando bebíamos.

Una nota adicional: cualquiera puede dejar de beber. Todos nosotros lo hemos hecho muchas veces. La gracia consiste en permanecer y vivir en sobriedad; esto último constituye el tema de la presente publicación.

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