9. PROGRESO ESPIRITUAL
No somos santos.
Lo que importa es que tengamos buena
voluntad para crecer siguiendo
caminos espirituales. Los principios
que hemos anotado son guías hacia
el progreso. Buscamos el progreso
espiritual más bien que la
perfección espiritual.
Bill W.
"Alcohólicos Anónimos", pág. 66
DESTINOS
Sólo Doce Pasos. En estos días cuando se ponen de manifiesto estadísticas fantásticas, una simple docena no parece significar mucho. Pero el contenido de los Doce Pasos establece una gran diferencia.
Puedo recordar la emoción con que mi esposa y yo vimos a nuestros gemelos dar su primer paso a los once meses. Pronto fueron dos paso, luego tres, en seguida cuatro, y muy pronto no podíamos contar los pasos que habían dado. Eran libres - libres para caminar sin cesar.
Ese primer paso es muy importante, ya sea el primer paso de nuestro querido hijo aprendiendo a caminar - o el Primer Paso, dado por un hombre en su camino hacia una nueva vida. Estudiando las caras de mis pequeños, puedo ver las mismas cualidades que necesitamos para dar los Doce Pasos de A.A.: Osadía para arriesgar todo en el intento, un sentido de orientación sin rodeos ni desviaciones; decisión para moverse hacia adelante sin vacilación ni reservas; determinación para llegar hasta el fin. Destino: una vida plena, una vida libre, una vida serena.
Albany, Australia.
TOTALMENTE LIBRE
Después de once años de sobriedad, un día a la vez he llegado a tener una creciente conciencia de cuan increíblemente bendecido he sido. Al principio, todo lo que pude hacer fue permanecer sobrio ese día. Al principio, todo lo que pude hacer fue permanecer sobrio ese día. Nunca me permití una excusa para faltar a una reunión de A.A., y leí toda la literatura de A.A. aprobada por la Conferencia que podía comprar o tomar en préstamo. También leí otras publicaciones, como el libro de William James "Las Variedades de la Experiencia Religiosa" (porque Bill W. lo hizo). Leí varios devocionarios diarios (y aún lo hago, incluido mi preciosa "Reflexiones Diarias"). Asistí a las clases de confirmación en mi
iglesia para repasar las enseñanzas cristianas de mi juventud, de las cuales me había alejado tanto.
El crecimiento y la comprensión llegaron lentamente, pero lo llegaron constantemente. Finalmente, pude sentir gratitud por mi sobriedad - por la gracia salvadora de Dios. Ahora me siento totalmente libre, porque conozco la verdad acerca de mí. Conocí la gente en A.A. y eso me dio un modo de entenderme a mí mismo. Sé que el progreso espiritual es algo grande, amplio, bello y que sólo he subido hasta la puerta abierta.
Yendo a las reuniones y codeándome con los nuevos en A.A. he encontrado que tienen mucho para enseñarme. Sus problemas son un poco diferentes, y no han experimentado el horrible aislamiento, como lo sentimos algunos de nosotros los más viejos. Pero están mejor informados, tienen conocimientos y sospecho que son más listos, porque aprenden más rápido. Quizás no han tenido que ir tan lejos como nosotros, pero su camino es más confuso y no está tan claro. Así que la lucha es aún la misma para todos nosotros, y nos necesitamos mutuamente. Necesitamos la experiencia, la fortaleza de todos los demás, sin importar la edad o el tiempo de sobriedad.
La gracia salvadora de Dios no viene como un rayo salido del cielo. Viene por medio y de otros que sufrieron, y que también han sido rescatados, personas así como tú y yo.
Me siento feliz de ser parte de una comunidad vital y creciente, de un latir del corazón infalible. El poder Divino es el pulso de A.A., y no cambia, no importa que tan equivocados y tontos seamos los mortales.
Bismarck, North Dakota.
LO MARAVILLOSO DE LOS DESCUBRIMIENTOS
Quise ser el miembro más "exitoso" de mi Grupo de A.A. Pero eso fue mucho antes de que pudiera pensar con claridad. Permanecí sobrio, en gran parte, gracias al miedo y al estímulo de intentar llevar el mensaje. Hablaba frecuente y largamente de lo valioso de "trabajar los Pasos" y de "vivir esta nueva forma de Vida". Desgraciadamente, eso fue todo lo que hice al respecto: sólo hablar. No intenté en realidad practicar los Pasos.
En lugar de esto traté de encontrar ayuda espiritual y par mental por medio de mi iglesia. A cambio de esta actividad me sentí seguro de que sería recompensado con buena salud y felicidad. No funcionó.
Aunque nunca volví a tomar un trago, mi salud general desmejoró. Me volví sumamente nervioso y tenso. Como resultado, una úlcera, la presión arterial alta y una aguda neuritis finalmente me llevaron al hospital, en donde reposé casi ciego, paralítico y medio muerto.
Después que mis doctores diagnosticaron la principal causa de mi enfermedad, pronosticaron que después de todo viviría. Entonces dispuse de mucho tiempo para pensar y meditar. Pasé revista a mi vida entera - los años antes de A.A. y los doce años en A.A. De alguna manera, me sentí atrevido para mirar objetivamente lo que había sido y lo que ha llegado a ser. Por primera vez en mi vida se me reveló con toda claridad que yo era una completa porquería, 100 por ciento despreciable y sin enmienda. Era tan auto-centrado, estaba tan lleno de ego, que sólo me faltaba destruirme a mí mismo. Durante los años en A.A. apenas había aprendido a "mantener el corcho en la botella". Había descuidado el intentar trabajar todos los Doce Pasos del programa.
Pero me sucedió que ahora que Dios me ha salvado dos veces de la autodestrucción, he comenzado a tener un sentimiento de verdadera gratitud, y he tratado de darle las gracias a El. Tengo la intensa sensación que Dios me ha permitido vivir para algún propósito. Para expresar mi gratitud, quisiera pasar el resto de mi vida tratando de ayudar a alguien más, y me di cuenta que uno de los mejores lugares para trabajar, era en la Comunidad de Alcohólicos Anónimos, despojándome de mis viejas y superficiales ideas de "éxito".
Descubrí la satisfacción de ayudar a ordenar las sillas para la reunión y de limpiar ceniceros. Pronto descubrí que la labor de servicio en A.A. puede ser muy gratificante, y me agrada hacerlo. Sí, volví atrás y otros descubrimientos acerca de mí mismo y de mí Poder Superior. Hubiera sentido esto hace años, si sólo hubiera seguido el programa y hubiera estado, como lo expresa el Texto Básico, "dispuesto a hacer cualquier cosa para lograrlo".
A.A. me concede hoy el privilegio de estar a mis anchas en un mundo de gente "normal". Me da la oportunidad de tratar de vivir y trabajar en mi iglesia y en mi comunidad, y quizás en estas áreas, también, ofrece una pequeña contribución para hacer que las cosas sean un poquito mejor para aquellos que están pro venir.
Cordell, Oklahoma.
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