sábado, 19 de enero de 2019

El Pequeño Libro Rojo De AA (Parte 2)

PRIMER PASO
Admitimos nuestra impotencia contra el alcohol y que nuestras vidas habían llegado a ser ingobernables

Los hombres y mujeres que son alérgicos al alcohol y que compulsivamente insisten en usarlo como bebida, eventualmente se enferman en un singular mal. Esta enfermedad es conocida en la medicina como alcoholismo, es singular porque nos afecta física, mental y espiritualmente.

El Primer Paso resume brevemente el patético enigma de un bebedor sin control que ha adquirido la enfermedad contra la que es impotente.

Los bebedores de este tipo consideran que el alcohol es una necesidad física y aumenta gradualmente su consumo a costas del de alimentos nutritivos. Esta práctica induce a desordenes físicos y nerviosos que son decididamente nocivos para su bienestar y salud.

Este estudio del Primer Paso estar dedicado principalmente a la parte física de la enfermedad del alcoholismo. (La importancia de la condición física en nuestra recuperación es subrayada en el Libro Grande. Véase la parte titulada “La Opinión del Medico”).

Son pocos los alcohólicos que han hecho un estudio bien fundado de su problema con la bebida. Aceptan a regañadientes que tienen que dejar de beber, pero siguen haciéndolo. Las crudas o gomas muy fuertes los hacen darse cuenta de que la enfermedad física tiene algo que ver con su malestar, pero entonces recurren a aquellos de que “un clavo saca otro calvo” y siguen bebiendo hasta emborracharse otra vez o finalmente dejan de beber poco a poco sufriendo muchas angustias físicas y morales.

El alcohólico vive en una esclavitud compulsiva ya que el alcohol le proporciona el único medio que conoce para hacer llevadera la vida, o mediante el cual puede calmar su excitación nerviosa. La existencia en esas circunstancias pronto hace que sea ingobernable su vida.

La corrección de esta condición es un serio problema que requiere atención inmediata. La recuperación es posible cuando los alcohólicos honradamente quieren dejar de beber. La incapacidad para gobernar nuestra vida y la enfermedad que son causadas por la manera de beber compulsiva, puede arrestarse. Solo limita el mejoramiento nuestro propio deseo de dejar de beber y la necesidad consiente de ayuda.

Los fundadores de Alcohólicos Anónimos identificaron el factor fisco como parte de su “impotencia contra el alcohol”. A este “factor físico se le dio importancia de primera clase en su “Programa de Recuperación”. En Doce Pasos delinearon un “Modo de Vivir” para aplicarlo a la vida diaria que restableció salud física y les proporciono una sobriedad satisfactoria.

La aplicación diario de ese sistema fue la clave de su éxito. A base de ensayos proyectaron una Filosofía para frenar el alcoholismo. Abarca conocimientos sobre muchos hechos fundamentales. La recuperación es posible, pero no se puede efectuar una curación. El hombre o la mujer que han llegado a ser alcohólico son pueden volver a beber con control. Se ha desarrollado en ellos una grave enfermedad contra la cual resulta impotente su mermada resistencia física y mental. El control sobre el alcohol ha desaparecido y el beber continuamente solo produce ahora enfermedad física y una conducta demente. Son personas verdaderamente enfermas.

La experiencia ha demostrado que la recuperación del alcoholismo depende de lo siguiente:

1. Tener un sincero deseo de dejar de beber.

2. Admitir y creer hasta en lo más profundo de nosotros mismos que somos impotentes contra el alcohol

3. Considerar el alcoholismo como una enfermedad fatal e incurable que ataca el cuerpo, la mente y el espíritu.

4. Considerarnos nosotros mismo como pacientes que estamos en A.A. para someternos a un tratamiento.

5. Identificar el alcohol como veneno más bien que como bebida

6. Proponernos comprender como nos afecta el alcohol.

7. Darnos cuenta de que somos alcohólicos.

8. Aprender, aplicar y tener fe en los Doce Pasos del Programa de A.A.

9. Creer que podemos arrestar nuestro alcoholismo pero que nunca podremos volver a beber normalmente.

10. Adquirir conocimientos del alcoholismo, que estén relacionados con la forma en que afecta nuestra salud y nuestro bienestar.

11. Utilizar este conocimiento y esta comprensión de nuestra enfermedad no solo para lograr la sobriedad, sino que también para prevenirnos contra el volver a beber.

12. Llevar esto a cabo a base de tener en la mente la imagen de la vida ingobernable a que nos lleva el alcohol y de nuestra impotencia contra este.

El punto de vista y la comprensión que se tienen del alcoholismo se basan en hechos conocidos y respaldados por la propia experiencia, más el conocimiento ganado del contacto con otros alcohólicos. La siguiente discusión del alcoholismo cubre brevemente los hechos que necesita conocer el recién llegado, el cual naturalmente, tendrá una mayor comprensión a mediad que hace el Programa de A.A. su modo de vivir.

La naturaleza ha dotado a cada hombre y mujer normales de un cuerpo físico concebido para los rigores de una vida diaria activa.

Una persona saludable puede resistir grandes penalidades en las circunstancias más desfavorables siempre que tenga oxígenos, agua, una alimentación equilibrada y una eliminación regular, así como descanso y distracción adecuados. La tenacidad humana para retener esa “chispa de vida” es persistente, siempre que no se supriman estos requisitos.

Cuando se reprime en forma permanente alguno de ellos, creamos situaciones que la naturaleza no puede resistir mucho organismo y se establece la tensión nerviosa y las condiciones neuróticas: estas condiciones trastornan el equilibrio mental y con el tiempo morimos por falta de descanso y de nutrición.

El alcoholismo estimula semejante situación y la complica más aun con la ingestión diaria y sistemática de un toxico: el alcohol.

A medida que sustituimos la nutrición necesaria para la salud normal con el veneno del alcohol, a través de la corriente sanguínea, son afectadas las células del cuerpo primario y luego las del cerebro.

Este veneno irrita el complejo organismo del cerebro y finalmente desbarata las defensas protectoras de la naturaleza. El deterioro físico es bastante rápido a veces, pero entre la mayoría de los alcohólicos la adición se adquiere en el transcurso de los años, de tal manera que solo es en los estados más avanzados de la enfermedad cuando resulta aparente el deterioro físico.

Este trastorno no es aparente para el alcohólico, ya que él es incapaz de percibir los peligrosos aspectos de su condición física o mental. El alcoholismo ha inhibido gradualmente su poder para discernir entre beber socialmente y la manera patológica de beber. Un marcado cambio de personalidad influido principalmente por su manera de pensar negativa impulsa entonces al alcohólico a beber más.

Los amigos y parientes se preocupan mucho por el cambio de personalidad: pero no así el alcohólico. Su personalidad le impide ejercer la auto-critica y apenas le permite una falsa adaptación a un medio ambiente normal con el cual esta tan en contra.

La recuperación del alcoholismo, enfermedad que fue causa de que nuestras vidas fuesen ingobernables, solo puede lograrse cuando dejamos de beber y nos sometemos a un régimen regular y equilibrado que prescinda totalmente del alcohol. “No hay ningún atajo, ni substituto, ni ninguna otra salida para el alcohólico”.

Los bebedores que se controlan no tienen ninguna dificultad para amoldarse a este procedimiento, pero el alcohólico que ha rebajado su resistencia física y agotado su sistema nervioso necesita de la ayuda del médico para empezar a recuperarse.

Muchos miembros que pasan por alto su bienestar físico como elemento de buen éxito para su recuperación, fracasan en el intento de arrestar su alcoholismo. Puede ser que recuperen algunos pero retardan el proceso si no se sienten bien físicamente.

Nosotros creemos que debe hospitalizarse a todos los alcohólicos, que piden ayuda a Alcohólicos Anónimos. Esto no es posible en todos los caso, por lo que a los miembros que no pueden ser atendidos en un hospital se les previene sobre la necesidad de consultar a un medico competente y experimentado en el diagnostico y tratamiento del alcoholismo.

Nunca será demasiada la importancia que se le a esta indicación. El alcohólico es un enfermo y tiene a darle poca importancia a su condición física. Esto no lo deben permitir los miembros más antiguos quienes deben señalar la necesidad de que le hagan al nuevo miembro un examen médico completo.
Resulta menos fácil que se recuperen prontamente los que descuidan la sencilla precaución de recibir un tratamiento médico adecuado.

El alcohólico cuya vida ha llegado a ser ingobernable a consecuencia de una manera de beber descontrolada, ha dado un paso muy serio cuando se identifica con nuestro Programa y trata de hacer de este su nuevo Modo de Vivir. No puede permitir que el deterioro de su bienestar físico disminuya sus probabilidades de recuperación; por lo tanto, tiene que salvaguardar su salud, ya que la mala salud puede hacer que vuelva a beber.

El nuevo miembro hará bien en investigar las distintas fases del alcoholismo que son aplicables a su caso; debe admitir que es un alcohólico y discutir sus problemas con miembros más antiguos, los cuales siempre están dispuestos a brindar consejos y prestar ayuda.

Acostúmbrese a considerar al alcoholismo como un estado de enfermedad del sistema nervioso causado por el uso excesivo del alcohol. Reflexione sobre la impotencia contra esta enfermedad. Conozca varias de las pruebas en el terreno medico y psicológico que identifica a los alcohólicos. Admita que no puede beber. Considere su capacidad para “tomarlo o dejarlo” y tenga presente que, su incapacidad para dejar la bebida ante el desastre inminente que sobrevendría si bebe, indica definitivamente que usted es un alcohólico. La necesidad de tomar una copa por la mañana, el día siguiente a la borrachera, es común a la mayoría de los alcohólicos.

Hay muchas otras cosas que identifican al alcohólico. Propóngase conocer algunas de ellas.

1) Sumario.- La recuperación del alcoholismo implica primero, conocimientos básicos de lo que es nuestra enfermedad y una necesidad consciente de su tratamiento. No hay ningún misterio en ello. La adicción al alcohol ha producido un envenenamiento en nuestro organismo. La manera de beber compulsiva, contra la cual somos impotentes, le sigue naturalmente. “Nuestras vidas se vuelven ingobernables”. El primer paso de la recuperación es reconocer nuestro alcoholismo y admitir que estamos enfermos físicamente.

2) ¿Por qué ayuda esto? Nos vuelve honrados al evaluar nuestra verdadera condición física. Nos vuelve humildes y dispuestos a dejar de racionalizar como alcohólicos. Nos abre los ojos a la necesidad de un internamiento en un hospital antes de entrar a A.A. y de una atención médica adecuada después.

3) ¿Por qué estamos enfermos? Los que realmente son alcohólicos están enfermos de un envenenamiento adquirido como consecuencia de substituir el alimento y el reposo en alcohol.
¿Podemos curarnos? La salud física puede restablecerse pero no hay ninguna curación que nos permita llegar a ser bebedores controlados.

4) Tratamientos.- Admitir nuestro alcoholismo. Estar dispuestos a recibir tratamiento médico. Esfuerzo personal para suplementar la atención medica con una dieta adecuada y reposo. Creer que podemos recuperarnos. Práctica diaria del Programa de A.A

DROGAS:- Ocasionalmente, algunos de nosotros hemos recurrido a drogas para proporcionarnos comodidad física o sueño. Este método le está vedado a todos los alcohólicos, con excepción de los raros casos en los que un medico consciente de la ética y diestro en el tratamiento del alcoholismo receta y supervisa un tratamiento de esta naturaleza.

Vivimos el programa de A.A. para desarrollar una personalidad normal, bien integrada, que excluya el uso del alcohol narcótico. Las drogas impiden este cambio de personalidad. Tuercen nuestra manera de pensar. Con demasiada rapidez se vuelven un sustituto del alcohol y decididamente forman hábito entre la mayoría de nosotros.

Al decir drogas nos referimos a los bromuros al clorhidrato, al paraldehído, a todos los barbitúricos, los narcóticos y benzedrina. Conocemos en la experiencia el indeseable expediente de los miembros de A.A. que voluntariamente continúan usándolos.

Sabemos que estas drogas alteran nuestro proceso mental, impiden la honradez y el realismo. En nuestro plan de vivir 24 horas a la vez, el Programa de A.A. exige FE en Un Poder Superior a nosotros mismos. Lo prudente es buscar la ayuda de Dios en nuestros problemas y dejar totalmente la auto-administración de sedantes.

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