El matrimonio es tan viejo como el mundo. Existía antes del pecado.
Es el último acto de la creación.
El hombre fue creado el último día, cuando ya
todo el mundo estaba preparado para recibirlo. El matrimonio corona la obra de
la creación.
En lugar de decir “Me caso contigo”, sería mejor decir: “Me caso
contigo para amarte”. (J. Busset).
El amor perfecto tiene esta fuerza: que olvidemos nuestro contento
para contentar a quien amamos. (Sta. Teresa de Jesús, Libro de las Fundaciones).
Las arrugas jamás marchitan el amor conyugal. Jamás se es viejo
cuando se ama.
“Nadie vale nada antes de ser amado” (Tennessee Williams).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario