Basta mirar los evangelios para ver que se la pasaba devolviendo la libertad a aquellos que a causa de la religiosidad de la época se sentían oprimidos y esclavizados.
Les devolvía la dignidad a los que la habían perdido y les recordaba que su Dios era un Dios que quería que los hombres fueran realmente felices y que no vivieran amarrados a preceptos que no les permitía ser libres.
Cuando veo a ese Jesús, cuando encuentro en sus acciones una opción fundamental por la felicidad de los hombres, entiendo, entonces, que lo que quiere para mí es precisamente que viva libre y feliz. De cada uno de nosotros depende abrir el corazón y tomar la decisión de que Jesús realice su proyecto en nosotros.
Muchos se cierran a esa acción poderosa de Jesús y se quedan encerrados en la religiosidad vacía, sin dejarse tocar realmente por el Espíritu del Resucitado.
Por eso, te invito a que seas capaz de reconocer cuánto te estás abriendo a esa propuesta de Jesús de transformarte la vida y de hacerte plenamente feliz.
Ojalá puedas encontrar siempre en Él la fuente de tu libertad y la felicidad plena, esa que no pasa con las dificultades, sino que permanece porque viene de Dios.
Puedes orar y sentir cómo Jesús de Nazaret te da la vista como a aquel ciego de nacimiento, te perdona como a Pedro que lo negó, te da vida nueva como a Lázaro, te abre los oídos como a aquel sordo, Dios te da vida nueva, solo debes darte a la tarea de abrir el corazón para que Jesús pueda realizar en ti su proyecto, para que Él pueda siempre hacer cosas nuevas en tu vida.
Tarea del día:
Abre tu corazón al proyecto de Jesús. Decídete a seguirlo, sin excusas.
Alberto Linero
Alberto Linero
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