lunes, 28 de agosto de 2017

Como Alejar la Depresión: Cap. IX - Cómo Superar La Autoconmiseración (Parte 2)

4 REMEDIOS PARA ATACAR LA AUTOCOMPASIÓN: 


2. Remedio: pidámosle perdón a Dios por nuestra autocompasión. Ella es un no aceptar aquella enseñanza divina que dice: "todo sucede para bien de los que aman a Dios "hasta ahora nos hemos rechazado y revelado por potros salvajes que no quieren dejarse llevar por la brida de que nos quiere guiar hacia el puerto de la paz y de la eterna tranquilidad. Pues vamos a decirle a nuestro Señor las palabras que le dijo el santo Job, cuando después de haber dedicado un tiempo al auto compadecerse, recibió una fuerte reprimenda del justo Dios, y convencido de que el dedicarse a auto compadecerse había sido grave error y perder su tiempo, y un disgustar el Creador, exclamó: "señor Dios, yo trataba de corregir tu sabiduría infinita con razones y alegatos sin sentido, y Me dediqué a hablar de lo que no entendía. Retracto las palabras quejumbrosas que pronuncié Y te pido perdón por ellas, y me dedicaré a ofrecerte penitencias por estas ofensas que te hice hablando sin razón".

No olvidemos: Mientras más veces le pidamos Perdón al Señor por haber cometido El pecado de andar sintiéndonos compasión y creyendo en los pobres eres, Víctimas de injusticias; Mientras más le pidamos Perdón al buen Dios por esta Rebeldía nuestra que nos impide aceptar lo que su sabiduría infinita permite que no suceda, más seremos perdonados por él, y una gran paz y una Incontenible alegría inundará nuestro corazón. Y repetiremos con el salmista: "mientras no confesaba mi pecado, mi alma desfallecía de amargura. Confesé al Señor mi pecado y goce de mucha paz.

3. Pidamos a Dios la victoria contra la autocompasión. Hay una frase del apóstol San Juan que verdaderamente llena de emoción al oírla y leerla. Hay una frase del apóstol San Juan que verdaderamente llena de emoción al oírla y leerla. Dice así:  "Esta es la confianza que tenemos en Dios: que si le pedimos algo que haga agrande su voluntad, Él nos escucha, y si no se escucha es señal de que va a responder nuestras peticiones". ¿Y Acaso no será algo que agrada mucho a la santa voluntad de Dios el pedirle que nos libre de andar cometiendo el pecado de la auto conmiseración que a él le disgusta y que a nosotros nos hace tanto mal?

Seamos realistas: por nosotros mismos no somos capaces de resistir y rechazar los pensamientos de autocompasión. Son demasiado fuertes y demasiado frecuentes e insistentes para que logremos alejarlos. Pero con la ayuda de Dios sí lograremos echarlos lejos. Oremos con fe y podremos decir con San Pablo: "Todo lo puedo en aquél que me fortalece". ¡Si, todo lo puedo, orando, todo, hasta ser alegre y, no Auto compadecerme!

4. Démosle gracias a Dios por las penas y contrariedades que nos quieren llevar a la auto conmiseración. Esta es una práctica que trae efectos increíbles. Miles de personas en el mundo entero han hecho esta experiencia y anotado un cambio inesperado en su vida y en su comportamiento. Antes mal decían y renegaban y sentían lástima y compasión. Pero en el momento en el que empezaron a darle gracias a nuestro señor por esas penas y amarguras que les llegan, se han encontrado como sumergidas en un mar de paz y tranquilidad y como en un oasis de alegría y de Gran paciencia y valor.

Cuando hacemos esto estamos cumpliendo a que el mandato divino que dice Cuando hacemos esto estamos cumpliendo a que el mandato divino que dice: "Dar gracias al Señor en toda ocasión, porque ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús".

Ahora le damos gracias al bondadoso Dios sin entender el porqué permite que no sucedan estas cosas. Pero un día en la eternidad veremos claramente que todo esto por amargo y duro Que nos haya parecido, entraba en un plan maravilloso que la sabiduría divina hizo para nuestro bien, y siempre para nuestro mayor bien. Y veremos cuando sabiamente procedimos cuando le dijimos con el padre Foucauld: "me pongo en tus manos padre. Haz de mi lo que quieras. Sea lo que sea lo que tú permites que me suceda, bendeciré siempre tu santísima voluntad porque estoy seguro de que me amas inmensamente y que nada de lo que permitas que me suceda será para mí mal. Lo único que me puede suceder para daño mío es mi pecado. Lo demás que el amadísimo Dios permita que me suceda será siempre para mí verdadero bien. Por eso le diré muchas veces en mi vida: 'Aleluya' que significa: Bendito sea mi Dios, alabado sea mi Dios, Gracias sean dadas a mi Dios. Aleluya para siempre. Amén. ¡Aleluya!"


Haga un ensayo: la próxima vez que sienta dolores y enfermedades, bendiga a Dios por esos dolores y males y dígale un "muchas gracias "por permitirme participar así de esa manera de la pasión de Jesucristo. Y cuando alguien le insulté olé trata injustamente O diga de usted lo que no es verdad o le demuestre desprecio, bendiga a Dios y dale gracias porque le permite asemejarse tanto a Cristo que fue humillado y calumniado. Y cuando sienta que su situación económica es deplorable, en vez de maldecir, por renegar, bendiga a Dios que le permite imitar a Jesús que nació pobre en su pesebre y no tuvo en su vida apostólica donde reclinar la cabeza y murió despojado en una cruz. Haga el ensayo, y en vez de dedicarse a auto compadecerse, dedícale a darle gracias a Dios por estas contrariedades y sentirá que una oleada de paz y de alegría inunda su alma. Haga el ensayo y verá que sí.