Señor mío y Dios mío, bendito eres porque al abrir mis ojos me doy cuenta de que me regalas la vida, porque me siento seguro en tus manos.
Hoy conoces las cosas que estoy viviendo, las cosas que hay en mi corazón, tanto las buenas como las malas, las preocupaciones que tengo, sabes cuál es mi dolor, mi tristeza, lo que me quita la paz, lo que no me permite confiar, por eso, nuevamente y apenas me levanto te pido me acompañes, que seas Tú la luz de mi existencia.
Guía mi caminar y permíteme refugiarme en Ti porque eres mi única solución, ayúdame, Señor, Tú que eres grande y misericordioso.
Sabes lo que en este día me propongo, es por esto que lo presento a tus pies y te suplico me ayudes a cumplirlo conforme a tu voluntad; te pido que me ayudes a ser un constructor de tu Reino y un artesano de tu paz, que sea un instrumento propicio para que se cumpla siempre tu voluntad que todo lo llena, Dios de poder y de amor, Tú que eres mi Señor.
Amén
Padre Alberto Linero