Los codependientes no podemos cambiar hasta que aceptamos nuestras características
codependientes, nuestra impotencia ante la gente, ante el alcoholismo y ante otras circunstancias que tan desesperadamente hemos tratado de controlar.
La aceptación es la más grande paradoja: no podemos cambiar hasta que aceptemos la manera de ser que tenemos.
He aquí un extracto de Honoring the SeIf acerca de la autoaceptación:
Si puedo aceptar que soy quien soy, que siento lo que siento, que he hecho lo que he hecho —si puedo aceptarlo, me guste o no— entonces puedo aceptarme a mí mismo.
Puedo aceptar mis defectos, mis dudas sobre mí mismo, mi pobre autoestima. Y cuando pueda aceptar todo eso, me habré puesto del lado de la realidad en lugar de intentar luchar contra ella.
Ya no estoy haciendo nudos mi conciencia para mantener los engaños acerca de mi condición actual. Y así despejo el camino para dar los primeros pasos hacia el fortalecimiento de mi autoestima…
En tanto no podamos aceptar la realidad de lo que somos en un momento dado de nuestra existencia, en tanto no podamos permitimos totalmente a nosotros mismos estar conscientes de la naturaleza de nuestras elecciones y de nuestras acciones, no podamos admitir la verdad dentro de nuestra conciencia, no podemos cambiar.
Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente