jueves, 12 de enero de 2017

Tropezando

Muchas veces no pensamos en realmente cuantas veces necesitamos caer o tropezar con la misma piedra para poder entender que nos hace daño.
Cuando una persona nos pide la ayuda o un consejo para poder alejarse de alguien que le hace daño, a veces es muy fácil decir "aléjate" o simplemente "déjalo", pero que tanto viene atrás?
A veces decirlo es tan fácil que podemos repetirlo uno y otra vez hasta que la persona se ve forzada a hacerlo en vez de realmente desearlo o quererlo hacer.
Si nos ponemos un poco en el lugar de la otra persona e imaginamos que alguien mas nos esta diciendo por nuestro bien sin entender que es por nuestro bien que nos alejemos de esa situación, nos sentimos que nos retan, que nos están obligando, que se meten demasiado en nuestras vidas y nos encerramos en ese tipo de pensamiento indefinidamente...
Cuando logramos llegar a tocar un fondo (cada quien es diferente y su fondo también), en el cual nos damos cuenta de cuan importante es salvar nuestra integridad física, emocional y sobre todo mental antes de perder la cordura, comenzamos a escuchar a esa persona que tanto nos insistía y recurrimos nuevamente a su consejo, nos damos cuenta que no es la única persona que nos ha estado diciendo todo este tiempo las mismas palabras y muchas veces hasta apoyo de diferentes maneras vamos recibiendo.
Pero solo cuando tocamos un fondo verdaderamente profundo es cuando comenzamos a trabajar en lo verdaderamente importante y que veremos muchos meses después, en nuestra propia autoestima.
Hay muchos caminos para lograr recuperar todo lo que hemos perdido mientras estábamos cegados, un psicólogo, un terapeuta, un psiquiatra, grupos de auto ayuda, una amistad cercana, un familiar al que se le tenga la verdadera confianza, la pareja, y hasta algunos deportes como la gimnasia, el boxeo, natación, etc...
No se debe menospreciar la manera en que cada persona expresa o saca lo que siente y pasa, ya que todos somos diferentes, todos reaccionamos diferente y cada ser humano es tan maravillosamente complejo que algunas personas lloran, otras gritan, otras golpean, otras se drogan y otras se conmiseran y otras se lavan la cara y siguen adelante viendo lo positivo de cada situación.
Si cada quien dejara fluir correctamente lo que siente en el momento que lo siente, creo que otro gallo nos cantaría en todos los aspectos de la vida...

(Escrito 30-Ago-2016)