Señor mío y Dios mío, es satisfactorio poder terminar mi día a tu lado, poder darte gracias porque no me abandonas.
Tú me permites seguir luchando, Tú me regalas tu fuerza para no rendirme.
Qué bueno contar con un Dios como Tú, qué bueno al final del día estar junto a Ti.
Enséñame a reconocer como el Dios que todo lo puede, no permitas que quepa duda en mi corazón de que eres el Dios de lo imposible.
Permíteme levantarme mañana con ánimos de alabarte y pasar el día cumpliendo tu voluntad.
Te pido que tu fuerza me siga llenando y llene a cada una de las personas que amo, Tú conoces sus necesidades y sabes cuánto necesitan de Ti, los pongo en tus manos y te pido que también los llenes de ganas de salir adelante, sé Tú su esperanza.
Finalmente, te doy gracias por mi vida y porque me has mantenido de pie a lo largo de ella.
Te pido que yo pueda permanecer así frente a las dificultades y de rodillas delante de Ti.
Amén
Amén
Padre Alberto Linero